domingo, 31 de mayo de 2020

Historia de nuestros tiempos


HISTORIA DEL TIEMPO


El siguiente texto que cito líneas abajo, corresponden al físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico: “Stephen W. Hawking”, quien es autor del libro: La Historia del tiempo, en ellos nos dice algo que me ha llamado la atención, y es que resulta que los hechos históricos surgidos hasta ahora, como por ejemplo: La Revolución industrial, la primera y segunda guerra mundial, la bomba atómica, la bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, los distintos virus creado por el hombre, la existencia del fascismo, la existencia de un grupo llamados “los dueños del mundo”, las familias que manejan el poder y someten a otros a la esclavitud, hambre y miseria, todo lo descrito tiene un por qué, les invito a que me dejen sus interpretaciones sobre el texto citado y sus respectivas reflexiones con argumentos que respalden sus análisis.
Las ideas anteriormente perfiladas sobre las teorías científicas suponen que somos
seres racionales, libres para observar el universo como nos plazca y para extraer
deducciones lógicas de lo que veamos. En tal esquema parece razonable suponer
que podríamos continuar progresando indefinidamente, acercándonos cada vez más a las leyes que gobiernan el universo. Pero si realmente existiera una teoría
unificada completa, ésta también determinaría presumiblemente nuestras acciones.
¡Así la teoría misma determinaría el resultado de nuestra búsqueda de ella! ¿Y por
qué razón debería determinar que llegáramos a las verdaderas conclusiones a partir
de la evidencia que nos presenta? ¿Es que no podría determinar igualmente bien
que extrajéramos conclusiones erróneas? ¿O incluso que no extrajéramos ninguna
conclusión en absoluto? La única respuesta que puedo dar a este problema se basa
en el principio de la selección natural de Darwin. La idea estriba en que en cualquier
población de organismos auto-reproductores, habrá variaciones tanto en el material
genético como en educación de los diferentes individuos. Estas diferencias
supondrán que algunos individuos sean más capaces que otros para extraer las
conclusiones correctas acerca del mundo que rodea, y para actuar de acuerdo con
ellas. Dichos individuos tendrán más posibilidades de sobrevivir y reproducirse, de
forma que su esquema mental y de conducta acabará imponiéndose. En el pasado
ha sido cierto que lo que llamamos inteligencia y descubrimiento científico han
supuesto una ventaja en el aspecto de la supervivencia. No es totalmente evidente
que esto tenga que seguir siendo así: nuestros descubrimientos científicos podrían
destruirnos a todos perfectamente, e, incluso si no lo hacen, una teoría unificada
completa no tiene por qué suponer ningún cambio en lo concerniente a nuestras
posibilidades de supervivencia. Sin embargo, dado que el universo ha evolucionado
de un modo regular, podríamos esperar que las capacidades de razonamiento que la selección natural nos ha dado sigan siendo válidas en nuestra búsqueda de una
teoría unificada completa, y no nos conduzcan a conclusiones erróneas.
Dado que las teorías que ya poseemos son suficientes para realizar predicciones
exactas de todos los fenómenos naturales, excepto de los más extremos, nuestra
búsqueda de la teoría definitiva del universo parece difícil de justificar desde un
punto de vista práctico. (Es interesante señalar, sin embargo, que argumentos
similares podrían haberse usado en contra de la teoría de la relatividad y de la
mecánica cuántica, las cuales nos han dado la energía nuclear y la revolución de la
microelectrónica). Así pues, el descubrimiento de una teoría unificada completa
puede no ayudar a la supervivencia de nuestra especie. Puede incluso no afectar a
nuestro modo de vida. Pero siempre, desde el origen de la civilización, la gente no
se ha contentado con ver los acontecimientos como desconectados e inexplicables.
Ha buscado incesantemente un conocimiento del orden subyacente del mundo. Hoy
en día, aún seguimos anhelando saber por qué estamos aquí y de dónde venimos.
El profundo deseo de conocimiento de la humanidad es justificación suficiente para
continuar nuestra búsqueda. Y ésta no cesará hasta que poseamos una descripción
completa del universo en el que vivimos.
(Hawking, 1988, pp. 21-22).
Referencia.
Hawking, S. (1988). Historia del tiempo: Del big bang a los agujeros negros. Recuperado de http://www.librosmaravillosos.com/historiatiempo/pdf/Historia%20del%20Tiempo%20-%20Stephen%20Hawking.pdf