Hospitales:
medicina de segunda categoría
Escribe
Marco Espinoza
El distrito de Comas, considerado uno
de los más poblados de la Capital, el cual en los años 1950 formaba parte del
distrito de San Martin de Porres, actualmente cuenta con un solo hospital,
donde también llegan a atenderse los pobladores aledaños de Carabayllo, Canta,
Independencia y Los Olivos. Han transcurrido decenas de años y el nosocomio se
mantiene igual. Tanto los familiares de los enfermos, pobladores y trabajadores,
vienen realizando marchas y plantones a las afueras de dicho Centro de Salud,
exigiendo a las autoridades se ponga en emergencia al Hospital Sergio Bernales,
también el cambio de sus autoridades y
la mejora del servicio.
Nos preguntamos, ¿Cuáles son las
razones por las que este Hospital no brinda un buen servicio?, razones hay
varias sin embargo es la actual política económica que viene impulsando
nuestros gobernantes, hoy en Lima Norte han aumentado las Clínicas y
consultorios particulares, brindando un mejor servicio pero acostó de monedas,
es decir se pone en evidencia que solo las personas que cuentan con dinero podrán
atenderse, es decir los de arriba y los de abajo, la burguesía versus los
pueblos jóvenes, la clase alta y la clase baja, al respecto el periodista y
doctor en Educación, Carlos Castillo Ríos, nos dice:
La medicina, en el sistema
capitalista, se ha industrializado. Es medio de producción que, al estar en
manos privadas, actúa como instrumento de explotación humana. Tal es el caso de
las clínicas y consultorios que, en realidad, son fábricas o bazares donde se
vende salud a quienes pueden pagar su alto precio. En consecuencia, sólo tienen
a su disposición servicios médicos de primera categoría los miembros de la
clase dominante; es decir los ricos y sus familiares. La medicina de segunda categoría
es para la población económicamente activa o sea para los obreros, empleados y
profesionales que la industria necesita para hacer más ricos a los ricos. No hay
ninguna medicina occidental para los campesinos ni para los hijos, la mujer y
los padres de la clase trabajadora. Para ellos sólo se reserva la remota
posibilidad de encontrar cama en un hospital del Estado o la muerte sin más compañía
que las lágrimas de los suyos. Quienes no pertenecen a la población económicamente
activa, como no producen plusvalía porque son tiernos, débiles o desempleados,
no tienen derecho a vivir. Esa es la ley del sistema. (Castillo, 1979, p. 158)
¿Se
vende la Salud por unos soles?, nuestras vidas tiene un precio, sin dinero no
tenemos derecho a nada, el capitalismo salvaje nos quitó derechos que hoy lo lamentamos,
con el cuento del libre mercado, de “democracia”, de pacifismo, de paz y amor. Nuestra
realidad es tan oscura que a falta de trabajo digno hoy padecemos de atención hospitalarias
dignas, lo peor es que nuestro pueblo no reacciona, sumisos ante la
indiferencia del otro, el individualismo hoy hemos aceptado todo.
El mercantilismo de la medicina
capitalista ha llegado, en realidad, a términos exagerados y grotescos. Casi no
hay persona que no conozca casos o no haya sido víctima de médicos traficantes
de la salud y el dolor humanos. Se extirpan amígdalas sanas, se prolongan
enfermedades, se provocan otras, se cobra por análisis que no se realizan, se
transfiere al paciente a otros especialistas para cobrar comisión, se venden
muestras médicas gratuitas, etc. La cadena no tiene fin. Se cometen mil atropellos
en nombre de la ciencia y la técnica. La verdad es que a más capitalismo hay
más explotación. (Ibíd., p. 158)
¿Qué nos queda por hacer?
Enfocarnos en la educación de nuestros
hijos, donde se base en una educación contextualizada a su propia realidad y
sobre todo una educación altruista. Sumemos a esto verdaderos ciudadanos que
luchen por una sociedad más justa e igualitaria…
Referencia
Castillo, C. (1979). Medicina y Capitalismo. Lima, Perú: Realidad
Nacional.
Fotografía: Reportero ciudadano,
Diario La República
No hay comentarios:
Publicar un comentario