sábado, 22 de agosto de 2020

EL NEGOCIO DE LA SALUD A CAMBIO DE UNA VIDA


Remedios y capitalismo
Escrito por Marco Espinoza
Ya han transcurrido 150 días desde que se declaró el Estado de Emergencia con respecto a la crisis sanitaria del famoso SARS COV. 2.0, no ha cambiado mucho el panorama, sin embargo el número de contagiados y de fallecidos ha ido elevándose. Cientos de familias han perdido a un ser querido, el costo de vida se elevó, las medicinas aumentaron su valor real, todo aumento, sin embargo se perdieron muchos puestos de trabajo, en cambio ha permanecido el hambre, la miseria, la pobreza, el egoísmo y la indiferencia, lo dicho no ha podido ocultarse ni con la mascarilla ni con las cortinas de humo que a diario lanza el gobierno peruano.
Lo que nos preocupa es que la salud tenga un precio y que millones de familias no tengan las posibilidades económicas para tratarlo. Hoy por hoy los que se han beneficiado con esta pandemia son el gobierno, la CONFIEP, el Banco Mundial, el FMI, los supermercados, las farmacias, boticas, las clínicas privadas y los laboratorios que trafican con las necesidades de los que no tienen la posibilidad de adquirirla.  Al respecto el maestro Carlos Castillo Ríos, doctor en Educación, periodista y abogado, es seguramente el peruano que más ha trabajado en educación y ha realizado investigación en lo que respecta a la SALUD, en los años 80. Quien fuera profesor principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, también considerado como el padre de la Educación Inicial en el Perú, nos dice al respecto:
Somos, pues, más colonia que nunca. Las potencias industriales ya no necesitan imponerse mediante sus tropas, su bandera o sus leyes. Les basta ahora sostener y alentar un consumismo ciego e irracional que empobrece al pueblo para llenarles a ellos, las arcas. Y lo hacen comerciando no sólo con vestidos y detergentes, con máquinas y espejitos, con cosméticos y películas, sino también –lo que ya es repugnante- mediante pastillas, inyecciones, leches en polvo y ungüentos que si a veces hacen bien generalmente, ocasionan daños. Para las trasnacionales se trata, simplemente, de un negocio más o sea de otra manera de meter la mano a los bolsillos del pueblo para arrancharle los pocos billetes que, a manera de excedente, les ha quedado después de una dura jornada de trabajo. No importa a los directorios de esas corporaciones que esas drogas ocasionan efectos secundarios perniciosos. El objetivo es lucrar, a como dé lugar sistemática y racionalmente, con todas las manos. Y en esta tarea,  infortunadamente, tienen el apoyo consciente o involuntario de funcionarios sin escrúpulos que no vacilan en comerciar con el hambre y las necesidades de la comunidad y también la callada complicidad de gremios y profesionales que en vez de dejar oír su voz de protesta frente a estos delitos colectivos de lesa humanidad más bien colaboran con esta política trasnacional de abusos y depredaciones. (Castillo, 1979. p. 10.).
Sin lugar a duda que el tema de SALUD se convirtio en un negocio redondo para los inversionistas capitalistas, ejemplo de ello es el Grupo San Pablo y sus 26 empresas en el sector Salud, esto a raiz de las normas que avalan este negocio, dado en el gobierno dictador de Alberto Fujimori, el cual diseño unas normas y leyes amparadas en su constitucion de 1993 que respaldan este sistema lucrativo que ha beneficiado a unos cuantos y en cambio a afectado al pueblo más vulnerable. Un tema muy delicado es que el personal medico de estas empresas no cobran como personal propio de la empresa sino como terceros, ademas los que manejan estas clinicas tambien manejan los entes fiscalizadores que supervisan el desarrollo etico y lucrativo de este consorcio. Es lamnetable que en paises subdesarrollados como el nuestro se tenga que lucrar con la SALUD.
Referencias
Castillo, C. (1979). Remedios y Capitalismo. Realidad Nacional: Lima, Perú.
[Fotografia de Marco Espinoza]. (Lima, 2020). Archivo de la Revista La Chispa. Lima, Perú.
https://ojo-publico.com/2015/el-prospero-negocio-de-las-clinicas-del-grupo-san-pablo

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