Matices
Swing, el emperador
César Hildebrandt
Reeditado por
Marco Espinoza
Dicen que
Richard Cisneros, alias Richard Swing, es un impresentable, un forajido, un
chupasangre. Es cierto. Pero es también la encarnación concentrada del
emprendedor que el fujimorismo creó en los 90.

No, señor. No calumniemos a este
patrocinado por Susana de la Puente. No descalifiquemos a este entenadito de
Vizcarra. De ninguna manera.
Swing es un modelo de peruano cabal.
El peruano que busca a un juez compadre para resolver un juicio. El que se pasa
la luz roja si es que no lo ven. El que no cumple su palabra. El que contrata
con el Estado dejándole un diezmo a un pedigüeño. El que roba cuando puede. El que
le cree a la tele bruta y a la prensa vendida al gran billetón. El que jamás se
parecerá a los médicos heroicos que se han muerto y a los policías corajudos
que se han muerto y al personal sanitario que ha muerto en la batalla contra el
covid-19.
Si, señores. No se me hagan los
desentendidos ni pongan cara de foráneos. Hay millones de peruanos como alias
Swing.
Son los peruanos que creen que
Miguel Grau es una calle, que república es una mera palabra, que la ciudadanía es
una cojudez, que el Estado es un paraíso lleno de tetas. Los que odian la
palabra deber. Los coqueros que van a misas del Opus Dei. Los que están viendo
una grieta por la que meterse. Los que cantan “Contigo Perú” pero no pagan ni
siquiera lo que le deben al municipio que les recoge la basura. Los que abusan
de sus empleadas. Los que tienen a los mejores abogados garfio en mano. Los que
sueñan ser como aquellos que los humillaron. Los que gustan del troleo y el
cargamontón. Los que se extenúan simulando ser lo que no son. Si, alias Swing
es un impresentable. Pero no nos es ajeno.
Es el peruano que ensambló el
fujimorismo de los timones cambiados y los valores difuntos y el sálvese quien
pueda. Swing expresa el libre mercado de las oportunidades. Friedman y Tirifilo
aconchabados. No me digan (Hildebrandt, 2020, p. 31).
Referencia
Hildebrandt,
C. (5 de junio de 2020). Swing, el emprendedor. Hildebrandt en sus trece. Año 11
(492), p. 31.
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