La experiencia de vivir, se hace
camino andando…
Escrito por Marco Espinoza
Las experiencias diversas que he
tenido en estos últimos años me permiten dar un panorama de nuestra realidad
social.
La ciudad de Lima está considerada a
nivel internacional como el lugar más peligroso de América, conjuntamente con
otros países. Lima tiene a los niños de la calle, Lima tiene un alto índice de
robos y hurtos realizado por menores de edad, Lima tiene también adolescentes
que en vez de asistir a clases prefieren consumir alcohol y drogas, en cada
esquina de los distritos de Lima es muy común ver a niños, jóvenes y adultos
consumen drogas, con la modalidad de una manzana, lo hacen en Miraflores, uno
de los lugares de clase alta, como también lo hacen en Comas, uno de los
lugares de extracto social pobre, con la diferencia de que algunos lo hacen
como un pasatiempo y otros como la costumbre y habito, estos últimos se reúnen
en grupos y forman pandillas que se van a dedicar a la comercialización de
drogas.
Tenemos un centro de rehabilitación
del menor llamado “Maranguita” y que posterior al cumplir los 18 años, son trasladados
a los penales, ambos no solucionan en nada los problemas del menor más bien
incrementan sus mañas para realizar actos delictivos con mayor peligrosidad.
De todo lo dicho, nada es novedoso,
sin embargo, son los medios de comunicación los que exageran las noticias,
claro que estos saben lo que hacen, sin embargo cumplen un papel de
desinformación y de manipulación de masas, esto por órdenes del sistema que nos
domina, recordemos que somos un país dependiente de las grandes potencias, que
lo único que buscan es saquear nuestras riquezas naturales y seguir siendo
siervos de nuestros amos. Estos medios en vez de manifestar que estos jóvenes
actúan así porque la sociedad se encuentra cada segundo peor, hay niños
abandonados porque la sociedad es culpable, hay niños que trabajan, porque
nuestra sociedad no le interesa en nada la niñez, hay jóvenes que se drogan
porque nuestra sociedad lo permite.
No nos damos cuenta que nuestra
sociedad actual es la culpable de nuestros propios actos, somos los adultos
ejemplo de los niños, si hoy hay corrupción, esto se manifiesta en los
trabajadores del Estado en mayor proporción, en los congresistas, en los diversos
presidentes que han desfilado por el sillón presidencial, nuestras fuerzas
policiales también han caído en la inmoralidad y en la corrupción. Hoy nuestros
policías son corruptos, que podemos esperar, lo que sorprende es que esto ya
sucedió hace 50 años y hoy, viene siguiendo la misma línea.
Como adultos también debemos darnos
cuenta que no aportamos en nada al cambio, cada año egresan miles de
estudiantes, sin embargo, estos no han hecho casi nada, durante sus cinco años de
estudios, nada por investigar los problemas que nos aquejan a nuestra sociedad,
aquí quisiera dirigirme a mis compañeros de clase, a los futuros profesores, me
pregunto y les pregunto: ¿De que nos
sirve avanzar, si es que seguiremos siendo los mismos educadores del ayer?,
nos acostumbramos a escuchar y a repetir, mas no a exigir y a reclamar lo que
nos corresponde, como querremos enseñar a los niños si es que no hemos leído,
porque aquí no hay nada que descubrir, ya casi todo está escrito, lo que paso
hace 90 años hoy también sucede de la misma forma pero con diferentes nombres.
Hace poco escuche en el ómnibus a una madre de
familia que le gritaba a su hijo menor de edad porque la profesora lo había
llamado al celular, ¿Cuál era el por qué?, el no querer hacer sus tareas, en
vez de comprender al párvulo le damos más problemas, vuelvo a repetir ya casi
todo está escrito, ahora solo es cuestión de tener las herramientas seguras
para ir a la praxis. Indico, que no podemos pararnos al frente de un aula y
engañarnos a nosotros mismos y lo peor bloqueando a 30 niños, futuros
ciudadanos del cambio.
Va para todos mis amigos futuros
profesores, nunca es tarde para el cambio, no nos acostumbremos a vivir del
pasado, es ahora donde tenemos que romper los paradigmas, cito un párrafo del maestro y doctor Valorous Bernard (Val) Clear:
El presente estudio demuestra de
manera fehaciente que la primera responsabilidad de los hechos antisociales
protagonizados por menores es de los adultos, que han creado y dirigen el mundo
en el cual viven los menores. El niño que roba porque su padre roba, la niña
que se prostituye porque ese es un medio común de solucionar los problemas
económicos entre las mujeres de su comunidad, el niño que no respeta la
propiedad ajena porque los adultos de su distrito le han enseñado a no
respetarlo, son, indiscutiblemente, deficiencias de menores que se originan por
los patrones culturales que imponen los adultos. No hay que olvidar que el niño
aprende a ser hombre, observando a los hombres de su alrededor. La niña, a su
vez, aprende a ser mujer imitando, observando, siguiendo los patrones de
conducta de las mujeres que le rodean.
El ambiente social es, pues, el
maestro más eficiente de todas las generaciones. Un ambiente malsano,
necesariamente, imprime normas de vida poco aceptables a los niños que integran
la comunidad. (Bernard, 1968, p. 54)
Referencia
Castillo R. y Bernard C. (1968). ¿Problemas de menores?, Consejo Nacional
de Menores, Lima, Perú.
[Fotografía
de Marco Espinoza]. (Lima. 2019). Archivo fotográfico de La revista La Chispa,
Lima, Perú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario