Sin protestas sociales no conseguiremos
un cambio…
“Eso en el fondo es a lo que más teme
la derecha, el ejemplo de una sociedad que se levanta y lucha, y no acepta
pasiva las imposiciones de los que siempre han mandado. Y para acabar con ello
y restablecer el orden y la autoridad como la entienden, es decir dictatorial,
la única solución es reprimir, aplastar y matar a los inconformes, todo lo
demás es traición. Si encuentran alguna similitud entre ese discurso y el del
senderismo en los años 80 y 90, no es causalidad”. (Wiener, 2019)
Tal como lo dice el día de hoy el
periodista Christian Wiener en su
muro de redes sociales, el ejemplo que sacamos de esta lucha social porque la minería en Tía María no va,
es que sin movilizaciones y protestas sociales del pueblo no se podrá conseguir
los cambios que nuestro país necesita y esto es lo que temen los grandes
capitalistas y los fantoches de la CONFIEP, el despertar de todo un pueblo, de
todo un departamento y porque no de todo un país en donde exijamos cambios
urgentes que permitan acabar con la corrupción, con la drogadicción, con las bandas
criminales, con la trata de niños, con la explotación del hombre por el hombre
y se pueda conseguir una educación ideal para los peruanos, una educación donde
esté de acuerdo con su realidad social, una educación que integre el campo con
las aulas, una sociedad donde se respeten los derechos laborales, donde el trabajador
que brinda su fuerza trabajo no este firmando cada mes su contrato, sino que
tenga una estabilidad laboral que le permita contribuir a la empresa y sobre
todo salarios justos que nos permitan sobrevivir y poder disfrutar de nuestras
familias. Hoy lo sucedido en Arequipa es una muestra para que todos no podamos
aceptar a ojos cerrados lo que actualmente viene pasando en nuestra sociedad. Excelente
análisis Humberto Wiener, sigamos así:
Tomado del muro de Christian Humberto Wiener:
La derecha anda desaforada por la
suspensión del proyecto Tía María, anunciando un futuro apocalíptico para el
país, y sus voceros políticos y mediáticos reclaman a los cuatro vientos, y sin
ningún empacho, la cabeza de Vizcarra, a quien acusan de traidor, cobarde,
pusilánime y que no tuvo pantalones (fíjense la connotación machista y
patriarcal de la expresión) frente a las demandas de los campesinos y
pobladores del Valle del Tambo opuestos a la inversión minera en su zona. Lo
que en realidad la DBA quería en Arequipa era su cuota de sangre, como la que
demandó -y obtuvo- de Humala en Conga al inicio de su gobierno, lo que marcó su
claudicación y el derrotero intrascendente del resto de su gobierno. Ese mismo
libreto se intentó con Toledo, cuando se quiso privatizar la energía en el sur
traicionando sus promesas de campaña, originando una revuelta popular conocida
como el “arequipazo”, que su entonces ministro del interior quiso aplastarla
con una violenta intervención policial. Y luego se perfeccionó con García y su
peregrina tesis del “perro del hortelano” que castigaba a un general de policía
por evitar la represión masiva en el puente Montalvo durante el “Moqueguazo”
del 2008, para luego justificar masacres como el “Baguazo” al año siguiente,
con el cuco de la ministra Mercedes Araoz diciendo que se caería el TLC con
Estados Unidos, lo que por supuesto nunca sucedió. Ahora, ya lo habían dicho
los que siempre mandan, es decir la CONFIEP, tenían que dar una “señal” sacando
Tía María que el gobierno anterior había fracaso en el intento. No importaba
todos los pasivos medioambientales de la empresa Southern, tanto a nivel
internacional con el Grupo México, como en el Perú, ni su trayectoria
corruptora e inescrupulosa, probada con la compra de dirigentes sociales como
más reciente con el financiamiento –sin dar la cara- de spots racistas y
tremebundos de las supuestas “fuerzas vivas” arequipeñas. Tampoco importaba si
el EIA realizado parecía de encargo y dejaba muchos cabos sueltos como
señalaron varios expertos en el tema, y mucho menos la opinión de la gente, los
habitantes y trabajadores de la zona, ninguneados como turba, supuestamente sin
capacidad de pensamiento propio y manipulados por los llamados extremistas y
anti mineros. ¿No es de democracia que si van a realizar un proyecto que pueda
afectar el hábitat y modo de vida y sustento que se tiene, se le consulte a la
gente implicada? Pero no, lo que se trataba era de imponer la minera con
argumentos tan ridículos como que los que se oponen o cuando menos lo critican
no deberían usar productos derivados de minerales, como si los que empujaban el
proyecto hubieran prescindido de los alimentos que producen zonas como el Valle
del Tambo y otros. El retroceso de Vizcarra al intento de imponer Tía María,
luego incluso de haber enviado hasta tropas militares al lugar, no creo que sea
tanto por un tema de convicciones sino de cálculo político, como lo hizo cuando
fue gobernador en Moquegua, y viendo pragmáticamente que todas los reclamos
histéricos porque saque adelante a cualquier precio el proyecto lo que buscaban
era manchar sus manos de sangre, en un momento de alta crispación política, y
cuando está planteada la salida del gobierno y el Congreso en menos de un año. Es
solo un stand by, que con seguridad terminará pateado para el próximo gobierno,
pero aun así y con todo es un triunfo de la protesta popular movilizada, que es
la única manera de conseguir cambios en el país. Eso en el fondo es a lo que
más teme la derecha, el ejemplo de una sociedad que se levanta y lucha, y no
acepta pasiva las imposiciones de los que siempre han mandado. Y para acabar
con ello y restablecer el orden y la autoridad como la entienden, es decir
dictatorial, la única solución es reprimir, aplastar y matar a los inconformes,
todo lo demás es traición. Si encuentran alguna similitud entre ese discurso y
el del senderismo en los años 80 y 90, no es causalidad (Wiener, 2019).
Referencia
Wiener, C. (11 de agosto de 2019). La derecha
anda desaforada [Mensaje de Facebook]. Recuperado de https://www.facebook.com/el.chw.7/posts/2379961522087469
Fotografía: imágenes extraídas de internet